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1997-2010. Gracias por tantas alegrias.

Ayer vacié la sala de ensayo de la calle Martinez de Rosas. Hoy le saco toda la acustizacion y mañana no quedaran resabios de lo que alguna vez fue -compartiendo opinion con muchos- la sala de ensayo mas linda que he visto en mi vida.

La última banda que sonó en la gloriosa sala.

Pasó mucha musica por ahi, y mucha gente. Pasaron mis bandas, mis amigos, las bandas de otros, otros amigos. Adentro de la sala hubo mucho sudor, mucho volumen, mucha musica. Estuvo el gordo Pinto. Ahi hizo lo mejor que hacia, cagarse de risa y musica. Paso el reencuentro con mi primer banda, 10 años despues, para dar un solo show en el soul. Pasaron el Chiqui, el Tata varias veces, el Palito, paso mi banda de los 13 años. Ahi adentro nos metimos con Karamazov, y para que no estallemos en acoples, la Soqui cantaba afuera de la sala, con la puerta cerrada. Ahi anduvo el Juan Cruz y su Gibson, el Roger y su bajo Kramer, los Marshall con Sovtek, los pedales, el wah-wah, algun whammy, los cables del Rogelio que por alguna razon nunca andaban, y, por supuesto, mis baterías: la vieja tama "Steffi", y la flamante Sonor aún no bautizada que recibió su soplo de vida ahi mismito, en la sala.

La vieja Tama en su casa.

En las paredes, los afiches de tantos toques, donde se leian lugares que ya no existen, ni existian entonces cuando fueron pegados: La boveda, Agua y energia, Carmina Burana, La verduleria, el soul de la calle Rivadavia, Jazz y Pop, Metropolis y tantos otros que ya ni me acuerdo. En las paredes, la camisetita de racing para mi hijo varon que aun no llega, el arte del disco de Karamazov, el cuadro del lichi del chancho alado, los afiches de la ultima gran banda que termino en decepcion. Paso el Valdo, con el gordo y el quique, yo les grabe con mi minidisc una demo de lo que luego seria el primer disco de Miles de Años. Pasaron varias formaciones del chancho alado que nunca llegarian a ningun lado. Anduvo por ahi el Lichi Rabida con su saxo, el Juan Cruz con el Huguito Paredes y el Tata. Paso "la chifli", el Cacho Esteves y el Mario cuando era el Mario. Paso el Lichi Sandes de visita de La Plata y ultimamente cuando parecia que se subia al chancho. Anduvo el Natalio Faingold tocando la bata y probando un piano, el Morsi con los retornos y la buena onda, el Gustavo, humillando sanamente en la bata, y demostrando por que es Meli. Estuvo el Yoyo con ataques severos de locura, y varios mas que no recuerdo ahora. Pasaron Mansilla, el Marcelino, el Victor Sillione, el Fede Gil. Hubo amor y hubo odio, peleas y momentos de gloria. Frustraciones y vivencias, de las lindas y de las no tanto. Hubo de todo.



La sala de ensayo es un templo. Es el lugar de los momentos. Ahi pasa la vida. Y ya pasó. Quedará en mi memoria como algo que me hizo quien soy, y quizás en la memoria de tantos otros permanezcan los recuerdos, el olor a madera, a sudor, a alfombra y a cuerdas viejas. Gracias a todos los que compartieron conmigo ese templo, esa catedral de cosas. Porque eso es la musica viejo, sentir y vivir. Ya me lo dijo el gordo revoloteando mientras me ayudaba a guardar la bateria.



Esta lagrima cierra 13 años de mi vida. La mierda que es bravo vivir.

Comentarios

Ignacio Andrés ha dicho que…
hermano es muy lindo y triste a la vez lo q cuenta... ya sabe q si necesita una sala, puede venirse para la calle Brasil, ahi con Gabriel lo vamos a acobijar y a darle unas palamditas en la pequeña espalda q carga una gran cruz... abrazo...
NACHO Fontan
Cynthia ha dicho que…
Fue una chiquitísima porción de todo eso que cuenta el relato la única que pude ver en vivo. La última de esta etapa. De esta etapa, aclaro, porque nunca se sabe qué es lo que va a venir. Pero tuve la suerte de oler, ver y escuchar cosas lindas ahí adentro. Y otras muchas otras no vivencié pero me llegaron en forma de anécdotas nostálgicas con sonidos de una época de oro, quizas. De todo eso, rescato la vida que vi vivirse en esa sala. Ni los recuerdos, ni el museo de viejas bandas y de personajes que jamás conocí. Rescato la sala hirviente, el estreno de una batería impecable, los cuadros que vinieron a decorar la nueva era del Chancho, la emoción del comienzo, las notas nacientes de temas que nunca antes habían sonado. Rescato al Lichi Rábida sentado en el piso haciéndome compañía en calidad de espectador, pidiendo "moonpatrol" porque nos la sabíamos todos, el mate del Mario, la euforia del Lichi S. Me rescato a mi ahí adentro esquivando cables para poder escuchar algún ensayo y el vértigo sabrosón de la previa de los toques de Chancho Alado. Y entre todo eso que rescato, rescato mucho más tu cara de que nada podía ser mejor cuando dejaba de ser un lugar de recuerdos para ser nuevamente un proyecto, y se llenaba de vida, sangre en ebullición y mucha música. Y ahí es donde no puedo evitar que me entristezca también esta despedida.
Pero será cuestión de refundar la historia y arrancar otras mil veces, como esos mil comienzos que pasaron por esa sala. Si esos 13 años quedaron en M. de Rosas con todas las "tantas alegrías" a las cuales alude el título de este post, habrá que ponerse entonces a buscar adonde depositar los próximos miles de nuevos mejores momentos que están por venir ;)
Anónimo ha dicho que…
yo pregunto, quien luego de cagar como la gente no piensa que ha inventado el jazz?
Ojo, el jazz no es ni un sorete ni una mierda, pero muchos saben que me cago para poder tocarlo algo parecido a lo que es...y hago fuerza y no sale y claro...termino en el baño, algunos amigos del alma estan alli para retratar el momento en el que salgo del baño y digo.... la puta esto es jazzzzzzz.
seriamente amigos yo jamas pensaria haber inventado semejante locura...
algun jipi dijo algo parecido a esto, pasan las bandas, pasan las salas, pasan los años, pasan los desencuentros, pasan los cumpleaños olvidados (a mi eso de pasar los años y festejarlo....no se).
Pero loco, enserio creen que se termino chancho alado??????, jajajajaja
Anónimo ha dicho que…
feliz cumple hermano

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