La Mendoza que desconocemos.
Por @chanchoalado
Laurencio Casquini Simonette nació en el Hospital Italiano de Mendoza el 24 de Agosto de 1960 a las 11 y media de la mañana. Su madre, Olga “Monchi” Sarlatta de Casquini Simonette tuvo un parto difícil, y tuvo que ser sometida a una cesárea de urgencia, y no respondió bien a la anestesia. Primo Vito Casquini Simonette, recibió a su primogénito con un orgullo patricio de manos del obstetra, el Doctor Samberruggia.
Laurencio creció entre lujos, juguetes caros, ropa de marca y todo lo mejor gracias a la bonanza económica de su familia. Su padre, Primo Vito, tenía varias exitosas empresas, entre las que se destacaba la fábrica cuyana de preservativos “Condón del Plata”.
Sin embargo, la aparente vida perfecta de la familia de Laurencio, ocultaba un basamento pútrido, pleno de patologías que cambiarían su vida para siempre. Detrás de la ilusoria perfección, se escondía el alcoholismo y los vicios de su madre “Monchi”: ludópata, bebedora compulsiva de caña Legui, promiscua hasta el extremo y declarada amante del Teniente Coronel Javier Eduardo “Michito” Futaia. Tras la familia perfecta, la tragedia de la hermana de Laurencio, Normita, fervorosa Hermana del Padre Claret, 12 años mayor que Laurencio, que apareciera ahorcada en su cuarto con una ristra de 16 salames tipo Milán “Il sapone maiale”, que el Padre Carezzevole le obsequiara de su viaje por Ancona, y que solo encontraran 15 embutidos, hasta el momento de la autopsia. Detrás del éxito y la opulencia, Primo Vito Casquini Simonette, un conspicuo y rígido jefe de familia, oprimido por una terrible crianza, y por tradiciones familiares insoslayables, obsesivo por el trabajo, el dinero y el progreso familia; un padre ausente en la vida de Laurencio.
La muerte de Normita en 1977 fue un duro cimbronazo para la familia Casquini Simonette. Se ensancharon las barreras entre los miembros, y se acrecentaron las miserias de los padres de Laurencio. El 12 de enero de 1978, tras el confuso episodio que protagonizara “Monchi” Sarlatta de Casquini Simonette en un te-bingo organizado por el Comando de la VIII Brigada de Montaña, Vito le obsequia a Laurencio un pasaje a Bolivia, que la agencia “La Hormiguita Viajera” le diera en parte de pago por un negocio. La finalidad del empresario, era alejar a Laurencio del caos provocado por su madre, quien fue encontrada en Las Cuevas, dos días después del bingo, completamente desnuda y aun bajo los efectos de los barbitúricos.
Laurencio descubre otro mundo en Bolivia. Rápidamente se da cuenta de las desigualdades que existían entre su mundo y el mundo real, de la austeridad, del esfuerzo, de las clases bajas y la pobreza. Poco a poco, conoce la realidad de una Latinoamérica que nada tiene que ver con su vida opulenta. Esto provoca un fuerte enojo en Laurencio, que decide oponerse a ese estilo de vida, y hacer justicia, como pueda, desde su lugar.
Es en Sucre donde conoce a Carlos Quispe, cantante de protesta boliviano, autor de éxitos como “Potosí o Culono”, “No tomes el agua”, o “Titicaca blues”. Rápidamente se vuelven muy amigos y Carlos inicia a Laurencio en el arte de la guitarra y la poesía. Ambos comienzan a escribir canciones juntos y pronto Laurencio decide comenzar a llamarse con el seudónimo “Briciolo”, que en italiano es algo así como “miguita”, como lo llamaba de pequeño su añorada madre Olga. Carlos Quispe y Briciolo emprenden una exitosa gira por todo el territorio Boliviano, denominada “Venceremos, y les meteremos la Whipala en el orto”, donde compartió escenario con figuras de la talla de Violeta Parra, Facundo Cabral o Gianfranco Pagliaro.
Continuara…
Gracias Mauricio Zuza. http://chanchoalado.blogspot.com
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